George V. Wijk que se considera hijo adoptivo de Gran Canaria no dudó en ningún momento que su vuelta a la competición deportiva tendría que reiniciarse en el mismo punto donde se detuvo hace algunos años. “Recuerdo con mucha nostalgia aquellos Maspalomas junto a Francisco en el Toyota Célica. Creo que tuvimos la fortuna de disfrutar de la época dorada del automovilismo canario. En esta tierra me contagié del automovilismo. Aquí aprendí y aquí, disfruté de este deporte. Tenía muy claro que nuestra reactivación deportiva la realizará con Francisco y, por supuesto, tendría que reiniciarse en Maspalomas”.