El joven piloto Alejandro Martín, con Aday Ortiz de copiloto, dieron una lección de pilotaje a bordo de su teóricamente poco “peligroso” Toyota RAV4, logrando un triunfo inesperado ante la competencia que tenía a priori. Ganaron tres de las cuatro mangas disputadas (dos en cada sentido), dejando solamente el scratch de la primera al equipo teórico favorito, Pedro Cuarental-Víctor García, cuyo Mitsubishi Lancer Evo X le daba problemas de transmisión tras marcar el mejor tiempo en la primera pasada, pero ya no podía continuar luchando por un nuevo triunfo en el certamen, con la retirada antes del final después de intentarlo todo.