Después de dominar claramente en las tres primeras pasadas, el equipo de Gustavo Sosa-Ariday Bonilla se imponía en el segundo Slalom del Campeonato Insular de Gran Canaria. Pero a los tripulantes del Mitsubishi Lancer Evo IX se les complicaba la victoria y a punto estuvieron de perder el liderato en la última de las cuatro mangas, cediendo de golpe casi toda la ventaja que habían acumulado por culpa de un inoportuno pinchazo a mitad de tramo cronometrado.