Tras valorar las ofertas de varios vehículos, se presentó la oportunidad del Honda Civic que en ese momento poseía Cristofer Reyes. Después de las negociaciones pertinentes y un trato detallado se cerró la compra del coche. Con la venta del Peugeot 208 R2, el equipo se puso en búsqueda de una nueva unidad con la que disputar los Rallys de asfalto y sin un objetivo definido para la próxima temporada, con la sola intención de afrontar nuevo reto con máxima ilusión.